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Mostrando entradas de 2015

Así que ¿ya no tienes miedo? Entonces eres libre.

Todos tenemos derecho  una catarsis, a una revelación, a una epifanía a una anagnórisis que lo cambie todo y te reconcilie contigo mismo, con el ser que habías llegado a odiar. Solo que, a veces, esa catarsis no llega rodeada de luz, pólvora, truenos y sinfonías angelicales o grandilocuentes. A veces solo llega con un gesto tan simple y a la vez tan complicado como mirarse a un espejo. Lo cierto es que hasta ahora he llevado una vida más o menos cómoda, con altibajos. Conforme pasaba el tiempo, más cómodo me sentía, pero hay veces en las que cae un rayo, otras en las que un golpe de sangre te para el corazón, otras en las que un zarpazo te golpea la cara y te tira al suelo. En ese momento pude elegir poner la otra mejilla, pude elegir contratacar, pude elegir quedarme llorando en el suelo. ´ Mi elección ha sido otra: levantarme y seguir caminando. Voy a caminar hacia otro lado y a buscar en otra parte lo que, enarbolando el miedo, las mentiras y la impostura, se me intenta arreb

Alegoría de los Senescales Altivos.

"Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta marchar de allí. Si en algún lugar no os reciben y no os escuchan, marchaos de allí sacudiéndoos el polvo de la planta de vuestros pies en testimonio contra ellos". Marcos 6, 10-11 ¿Quién eres tú?-escuché con voz potente desde el rincón más oscuro de la noche- ¿Quién eres tú?-insistí yo. -YO SOY y ante ti dispondré y actuaré conforme SOY. En ese momento me sentí atrapado por una ola. Fui transportado a un mundo más allá del mundo. Una dimensión más allá de la gnosis. De repente me vi rodeado de los muros de un castillo con cinco puertas. Vi legiones enteras de caballeros entrando por la puerta del sur y saliendo a las batallas por la misma. Solo que a medida que cada vez menos volvían de las batallas. Y en el interior del castillo una sala de madera roja y al fondo el señor del castillo envuelto en el humo de negros incensarios. Los caballeros volvían de sus batallas y rendían homenaje a su señor, en su trono de madera

Es la hora: estáis preparados, estoy preparado.

Hacía bastante tiempo que no actualizaba este blog, pero, francamente os digo que ha sido algo muy intencionado. Quería reservarme para este post. Un post especial y profundamente sincero. Hay cosas que, en el master de profesorado, no enseñan. Y una de ellas es cerrar una etapa. Este viernes tiene lugar esa ceremonia en la que se dice adiós a otro grupo más de 2ºBach. Ya he expresado más veces lo que para mí significaba ese hecho y lo orgulloso que me sentía de los "graduandos". Esta vez es diferente. Los alumnos a los que el viernes despedimos (a medias, todavía faltan finales y algunas clases de pre-PAU) son para mí especiales. Fueron los primeros a los que acompañé desde 2ºESO. Los he visto crecer, muy a mi pesar, salvo dos o tres casos, de ser yo el que les sacaba una cabeza, a ser ellos los que me saquen una... e incluso dos. No miro a nadie. E incluso con algunos he tenido clases desde ese 2ºESO hasta 1ºBachillerato. Qué pena y a la vez qué alivio de no haberos teni