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Mostrando entradas de febrero, 2012

Y tú ¿hasta dónde llegarías por amor?

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"Yo también lo sé: nunca me amó. ¿No amaba a ese infeliz escudero cuando se unió a él en indisolubles lazos? ¡Loco, insensato de mí! Ah, quien quiera que seas la que vienes a implorar mi espada, ¡cuán poco conoces el corazón del hombre! ¡Un amante correspondido, un mortal feliz es invencible; a un miserable despechado y aborrecido un niño le vence!". El doncel de don Enrique el Doliente. Cap. XIV. Mariano José de Larra. Acababa de anochecer en Madrid. El viento frío de febrero azotaba con fuerza las ventanas de la casa de Larra. Olía a lluvía, quizá a nieve. La chimenea crepitaba. Fígaro, sentado en su silla, perdía su mirada en la llama de un quinqué. Sujetaba su cabeza revolviéndose el pelo. El nudo de su corbata deshecho. Las manos frías. Sus pensamientos en aquel viaje inútil a Ávila. Papel en blanco con goterones de tinta de un color tan negro como sus recuerdos.  Así es mi vida, un papel en blanco con salpicaduras informes en negro- pensaba para sus adentros. Has

Tiempo de silencio...

Esta noche me desperté abrazado a un cojín de mi sofá. El frío no podía ser más frío. Pero era aquel frío que no se siente por la piel y cala los huesos, como el agua cala en las grietas sin necesidad de mojar todo lo que hay alrededor. Y así me encontré, frotándome los ojos y calmando mis sueños, los que tuve abrazado al cojín y no fueron, no son, no serán. Fuera, el viento soplaba con muy mala leche, parecía que estuviera enfadado con nosotros, bueno, conmigo. No creo que nadie más haya tenido semejante estupidez de idea. Casi esperaba que rompiera los cristales y entrase a lo grande haciéndome sentir ya frío del todo. Aquél que se cura parapetándose en otro... pero sólo tenía mi cojín y mi manta vieja. Con los ojos de la vetusta torre mirándome -tranquila, puedes mirar, no te vas a escandalizar con nada- y la noche estrellada en lo alto y a los pies, hacia el sur, las torres de la gran ciudad ocultas tras el ramaje desnudo de un... da igual, no sé que árbol es; sólo sé que está de