#LoMásMaravillosode2012HaSido...

Realmente ha sido un año duro. Un año en el que me ha tocado sufrir muchos silencios, muchas tensiones y aprender a la fuerza cosas que no se enseñan en la universidad. Un año de tedio e inercia a ratos. En otros de largos días de soledad, pensar y mirar al infinito esperando... simplemente esperando.

Hace un año prejuzgaba a este 2012 que se nos va con el título de "Incertidumbre". Y realmente ha sido un año de incertidumbre. Esa incertidumbre se ha vuelto a mi favor en muchas cosas y finalmente he podido respirar tranquilo en parte. Pero... ¡ay, la culpa!.

Por cierto, también dije que aumentaría la familia. Adivinad a quien tengo sobre mis rodillas ahora mismo.

Y volviendo a centrarme en mí. Realmente estoy dejándome convertir en piedra por el tiempo, la frialdad y la ausencia de otro. Así de simple, así de duro, así de real. Este año ha confirmado esa tendencia a la absoluta frialdad sentimental. Confieso echar de menos a alguien a ratos, pero, como el humo de un cigarro, desaparece. Este año, confieso que me está costando más sentir en general. Sentir tristeza, sentir alegría, sentir esas ganas locas de reírme en cualquier parte, sentir miedo...

Creo que parte de culpa la tienen mis alumnos: para ser profesor hay que acorazarse, el peligro de esto es que sin nadie que te quite la coraza al volver a casa, esta se queda en ti y se va convirtiendo en tu piel y haciendo que lo que hay dentro, poco a poco, se vaya apagando, como una llamita en una mecha condenada al final de sí misma. Por otro lado, si hay gente que me hace sentir de verdad son ellos. No sólo en ocasiones una profunda rabia, sino también ganas de seguir con lo que me gusta.

No es fácil vivir tan lejos de los que quieres, no es sencillo vivir solo. Lo mismo que pasa con la coraza a la que antes he hecho mención, cuando vives solo empiezas a hacerte cada vez más huraño. Y cada vez lo noto más. Cada vez me siento más incómodo en compañía de otras personas y la verdad me da miedo.

Me da miedo no la soledad, sino el retraerme tanto que acabe por perderme en mí mismo. Supongo que en 2013 es algo que debería empezar a cambiar. No quiero decir intentarlo, sino cambiarlo directamente. No sé cuánto tiempo me queda de vida, pero he empezado a entender que solo yo puedo marcar la diferencia conmigo mismo y que si realmente quiero hacerlo, debería empezar cuanto antes. No estoy diciendo que quiera cambiar, ni mucho menos que me odie. Simplemente creo que tengo que pulir cosas en mi personalidad que están empezando a tener una fuerza muy negativa sobre mí mismo. Pulirlas tan solo, ya que pulidas me diferencian del resto positivamente. Pero demasiado punzantes, me hacen algo que no quiero ser.

Sé que no estáis acostumbrados a un balance tan interiorizante, sino más bien a ir enumerando cosas que he hecho, agradecimientos en general y alguna que otro tirón de orejas. Pero como he dicho al principio ha sido un año de "largos días de soledad, pensar y mirar al infinito... esperando".

Y sigo esperando y seguiré esperando una respuesta que ni siquiera quiero, a una pregunta que ni siquiera he hecho... Absurdo, ¿eh? Sí, ha sido también un año muy, muy absurdo, lleno de cagadas y momentos dignos de gags de sitcom... jajaja

Ahora que ya hemos comprobado que el mundo no termina,   esperemos que volvamos a centrarnos más en nosotros y menos en los mayas y en los cielos.Feliz, feliz y más que feliz año 2013 para todos.

MGR

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ellos se van, tú te quedas

"A la vida bona"

Reflexiones irreflexivas sobre violencia simbólica y la bandera LGBTIQ+